"Si vuelves, lo anulo todo". Este fue el texto del mensaje telefónico que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, envió a su ex esposa Cécilia ocho días antes de su boda con Carla Bruni, según revela la edición digital del semanario francés Nouvel Observateur en un breve artículo titulado ''La obsesión por Cécilia''. El mensaje, según la prestigiosa publicación, no tuvo respuesta.
Al hilo de este descubrimiento, la revista se pregunta cuánto hay de venganza y cuánto de provocación en la actitud mostrada por Sarkozy durante estas últimas semanas de idilio con la ex modelo, que culminaron en boda el pasado sábado 2 de febrero. Así, recuerda que el presidente ofreció a Bruni un anillo idéntico al que regaló a Cécilia, que viajó con la cantante a Petra (Jordania), el mismo sitio donde su antigua esposa estuvo con su amante, el publicista Richard Attias, o el hecho de haber elegido como testigo de su nuevo enlace matrimonial a Carla de Mathilde Agostinelli, directora de comunicación de Prada y durante mucho tiempo amiga íntima de Cécilia.
"Adopte el rostro del amor o del odio, la verdadera obsesión de Nicolas Sarkozy ha sido y sigue siendo Cécilia Sarkozy, cuyo matrimonio con Richard Attias se espera para el próximo mes", prosigue el semanario francés. Narra también que durante la boda con Bruni muchos testigos vieron al jefe del Estado menos feliz de lo que cabría esperar. Hoy, el entorno de Sarkozy querría desaconsejarle llevar a Carla con él a Guyana, donde se gestó la reconciliación con Cécilia, pero nadie se atreve a decírselo abiertamente. "Para estas cosas está en su burbuja. No escucha. Lo que es peor, no quiere escuchar nada", asegura una persona cercana al presidente.
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