viernes, 30 de marzo de 2007

La fotografía de la pesadilla (de El País.com)


La imagen de ese buitre acechando a una niña moribunda en África le persiguió en vida. Con ella atrapó el Pulitzer, pero también la maldición de una pregunta: “¿Qué hiciste para ayudarla?”. A Kevin Carter, cronista gráfico de la Suráfrica del 'apartheid', la presión le empujó al suicidio. Un peUn hombre blanco perfectamente bien alimentado observa cómo una niña africana se muere de hambre ante la mirada expectante de un buitre. El hombre blanco hace fotos de la escena durante 20 minutos. No es que las primeras no fueran buenas, es que con un poco de colaboración del ave carroñera le salía una de premio, seguro. Niña famélica con nariz en el polvo y buitre al acecho: bien; no todos los días se conseguía una imagen así. Pero lo ideal sería que el buitre se acercara un poco más a la niña y extendiese las alas. El abrazo macabro de la muerte, el buitre Drácula como metáfora de la hambruna africana. ¡Ésa sí que sería una foto! Pero el hombre esperó y esperó, y no pasó nada. El buitre, tieso como si temiera hacer huir a su presa si agitara las alas. Pasados los 20 minutos, el hombre, rendido, se fue. No se debería de haber desesperado. Una de las fotos se publicó en la portada de The New York Times y acabó ganando un premio Pulitzer. Pero incluso así se desesperó. Y mucho. El hombre blanco era un fotógrafo profesional llamado Kevin Carter. A los dos meses de recibir el premio en Nueva York se suicidó. Hay dos preguntas. La primera, ¿por qué se suicidó? La segunda, ¿por qué no ayudó a la niña? La respuesta a la primera es relativamente fácil. La respuesta a la segunda es más interesante. Remontemos.


Kevin Carter nació en Suráfrica en 1960, dos años antes de que Nelson Mandela empezara su condena de 27 años de cárcel. Al llegar a la adolescencia empezó a entender que ser blanco en Suráfrica significaba ser una de las personas más privilegiadas de la Tierra y, al mismo tiempo, cómplice de una atroz injusticia. Cumplidos los 24 años, Carter descubrió que el periodismo era el terreno donde libraría su guerra particular contra el apartheid. Comenzó su carrera en 1984, cuando las poblaciones negras en las periferias de las grandes ciudades -como Soweto, que estaba al lado de Johanesburgo- se convirtieron en campos de batalla. Jóvenes militantes negros, cuya única fuerza residía en su ventaja numérica, lanzaban piedras a los policías y a los soldados, que respondían con gases lacrimógenos, balas de goma o balas de verdad. Cientos murieron, miles fueron encarcelados. Soweto ardía, y allá, casi permanentemente instalado, estaba Carter, fotógrafo novato de The Johannesburg Star, expiando su culpa.La gran ironía de la historia reciente de Suráfrica es que cuando salió Mandela de la cárcel en 1990, cuando empezó el proceso de paz que condujo cuatro años después a la democracia, se desató una violencia mucho mayor. Durante casi la totalidad de aquellos cuatro años, Soweto y otra media docena de poblaciones negras en los alrededores de Johanesburgo vivieron una anarquía asesina demencial, nutrida por opositores al proyecto democrático, en la que murieron unos 12.000. Allí, una vez más, estaba Carter. Todos los días. Se presentaba temprano por la mañana a los campos de la muerte, como se presentan los oficinistas a sus lugares de trabajo.


Yo también me presentaba allí, pero con menos frecuencia y más tarde. Siempre que llegaba a estos lugares, en pleno tiroteo o minutos después de una masacre, ahí veía a Kevin Carter, sudado, polvoriento, bolso sobre el hombro, cámara en mano. A él y a sus tres amigos fotógrafos, Ken Oosterbroek, Greg Marinovich y João Silva. Les llamaban a los cuatro “el Bang Bang Club”. Hacían fotos espeluznantes y se exponían a peligros extraordinarios. Yo había llegado a Suráfrica en 1989 tras seis años cubriendo las guerras de Centroamérica. Vi pronto que daba mucho más miedo estar en 1992 en un lugar como Tokoza o Katlehong, a escasos kilómetros de Johanesburgo, que en 1986 en los frentes del oriente de El Salvador o el norte de Nicaragua. Porque en los lugares donde los negros, animados por los blancos, se masacraban podía pasar cualquier cosa en cualquier momento y en cualquier lugar. Con un Kaláshnikov, una lanza, un machete o una pistola. Ahí trabajaba Carter. Ahí se pasaba desde las cinco de la madrugada hasta el mediodía haciendo fotos de gente matando y de gente muriendo.Para poder hacer ese trabajo es necesario blindarse, armarse de una coraza emocional. No se puede responder a lo que uno ve como un ser humano normal. La cámara funciona como una barrera que lo protege a uno del miedo y del horror, e incluso de la compasión. Carter y sus tres camaradas dormían poco, además, y consumían drogas de todo tipo. Pasaban sus días y sus noches en un acelere mental y en un estado de anestesia emocional casi permanentes. Si se hubiesen detenido un instante a reflexionar sobre lo que hacían, si hubiesen permitido que los sentimientos penetraran la epidermis, habrían sido incapaces de hacer su trabajo. El entorno era alocado, pero el trabajo era importante. Si se hubieran quedado en sus casas o se hubieran expuesto a menos peligro, habría habido más muertos, menos presión política para acabar con la violencia. Ésta era la contribución de Carter a la causa de sus compatriotas negros.


En marzo de 1993 se tomó unas vacaciones de Tokoza y Katlehong y se fue a Sudán. Ahí, apenas aterrizar, es donde vio a la niña y el buitre. Respondió con el frío profesionalismo de siempre. No habría podido elegir otra manera de actuar. Estaba programado, anonadado. El único objetivo era hacer la mejor foto posible, la que tuviera más impacto. Ahí empezaba y terminaba su compromiso. La lógica era muy sencilla: si hacía una foto potente, se beneficiaría a sí mismo, pero también ampliaría la sensibilidad de los seres humanos en lugares lejanos y tranquilos, despertando en ellos aquella compasión -precisamente- que en él estaba necesariamente adormecida. Por eso no hizo nada para ayudar a la niña. Porque si la hubiera ayudado, no habría podido hacer la foto. Porque había llegado al límite de sus posibilidades.El problema era que la gente normal, empezando por su propia familia, no lo entendía. Fuera donde fuera, le hacían la misma pregunta. “Y después, ¿ayudaste a la niña?”. Se convirtió en un agobio, una pesadilla. Los únicos que no le hacían la pregunta, porque para ellos no era necesario hacerla, eran los amigos del Bang Bang Club. En abril de 1994 le llamaron desde Nueva York para decirle que había ganado el Pulitzer. Seis días después, su mejor amigo, Ken Oosterbroek, murió en un tiroteo en Tokoza. Toda la emoción reprimida a lo largo de cuatro años salvajes explotó. Carter se quedó destruido. Lloró como nunca y lamentó amargamente que la bala no hubiera sido para él.


El mes siguiente voló a Nueva York, recibió el premio, se emborrachó, incluso más de lo habitual, y volvió a casa. La guerra se había terminado. Mandela era presidente. Suráfrica tuvo su final feliz, pero la vida de Carter dejó de tener mucho sentido. Quizá en parte porque el peligro de la guerra había sido su droga más potente, la que le había creado mayor adicción. Siguió trabajando, pero, perseguido por la muerte de su amigo y -ahora que se había quitado la coraza- la angustia moral retrospectiva de la escena con la niña sudanesa, se hundió en una profunda depresión. No podía trabajar, o si lo intentaba, caía en errores absurdos. Llegaba tarde a entrevistas, perdía rollos de fotos que ya había hecho. Y tenía problemas en casa: deudas, desamor... El 27 de julio de 1994, exactamente tres meses después de las primeras elecciones democráticas de la historia de su país, Carter se fue a la orilla de un río donde había jugado cuando era niño, antes de que supiera lo que era el apartheid, el sufrimiento, la injusticia. Y ahí, por fin, dentro de su coche, escuchando música mientras inhalaba monóxido de carbono por un tubo de goma, logró la paz, la anestesia final de la muerte.

GASOL Vs BRYANT

23-03-07: La figura del escolta Kobe Bryant, de Los Angeles Lakers, volvió a brillar más que nunca con sus aciertos en los tiros a canasta que le permitieron conseguir por segunda vez en los últimos tres partidos llegar a los 60 puntos y se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la NBA que llega a los 50 en tres consecutivos. Esta vez la hazaña la consiguió ante los Grizzlies de Memphis que al final y pese al gran partido que jugó el ala-pívot español Pau Gasol no pudieron evitar la derrota por 119-121. Bryant nada más concluir el partido dijo que se sentía muy feliz y orgulloso de haber logrado la marca y poner su nombre al lado del de las figuras como Baylor, Jordan y Chamberlain. "Es sencillamente muy especial el tener la posibilidad de unirme a la compañía de las grandes leyendas del baloncesto", subrayó Bryant. El escolta estrella de los Lakers (36-32), que ganaron el tercer partido consecutivo, después de romper una racha de siete derrotas seguidas, la peor en la historia bajo la dirección del entrenador Phil Jackson, logró 24 puntos en la primera parte y 43 al concluir el tercer periodo.
Gasol jugó otro gran partido para ser sin discusión el encestador más efectivo que hubo en el campo al conseguir 35 puntos, pero la gran diferencia con Bryant es que sólo fue una vez a la línea de personal para anotar un punto por los 17 de 18 tiros que consiguió la estrella de los Lakers. En 44 minutos de acción, el jugador catalán anotó 17 de 23 tiros de campo por 20 de 37 de Bryant, mientras que fue muy superior en el trabajo bajo los aros al aportar 15 rebotes, repartió dos asistencias y puso un tapón. El alero Mike Miller también tuvo una brillante actuación en el ataque al conseguir 33 puntos, mientras que el base Chucky Atkins logró 16 tantos y Hakim Warrick firmó 12 anotaciones con nueve rebotes y tres asistencias. El alero novato Rudy Gay aportó 12 tantos y completar la lista de cuatro jugadores que anotaron en doble dígitos.

Los Grizzlies (17-52), que perdieron el segundo partido consecutivo, habían ganado siete de los últimos 10 enfrentamientos contra los Lakers y repartieron triunfos y derrotas en los dos que han disputado esta temporada. Esta vez el acierto de Bryant fue la causa que impidió que los Grizzlies lograsen la victoria, aunque estuvieron siempre en el partido con una ventaja parcial de 85-80 antes de concluir el tercer periodo después de dos triples consecutivos de Miller. Pero los Lakers surgieron bajo la dirección de Bryant, que anotó nueve puntos consecutivos en sólo un periodo de un minuto y medio para darle al equipo de Los Angeles el parcial de 95-93 y nunca más perdieron la ventaja. La inspiración de Bryant y la manera como los árbitros valoran sus penetraciones a canasta a la hora de señalar las faltas personales al final iban a ser también demasiado para los Grizzlies, que perdieron, pero jugaron un gran partido.


28-03-07: El español Pau Gasol ha llegado al Staples Center de Los Angeles sin ningún tipo de complejo para enfrentarse a los Lakers del demoledor Kobe Bryant. El resultado, el triunfo sorpresa de la jornada.Los Grizzlies, que llevaban cuatro derrotas consecutivas y contaban con la peor marca de la liga fuera de su campo (5-30), han visto como Pau Gasol en el último segundo les ha dado la victoria. El español ha puesto un tapón monumental, el tercero de la noche, para evitar que el tiro de Bryant llegase a canasta e igualase el marcador.
Gasol se ha convertido otra vez más en la figura de los Grizzlies al jugar un partido muy sólido, especialmente en el apartado defensivo con un total de 16 rebotes.

El partido no se ha decidido hasta el último segundo con el tapón del catalán. Pero antes, a falta de ocho segundos para el final del tiempo reglamentario, el propio jugador barcelonés ha anotado uno de los dos tiros de personal y ha dejado un parcial favorable a los Grizzlies de 87-84. Bryant ha respondido con un par de anotaciones desde la línea de tiros libres. A continuación el alero de Memphis Hakim Warrick ha forzado la falta y también ha acertado con el segundo lanzamiento de tiro libre que ha definido el marcador final. El base de los Lakers Smush Parker ha fallado un intento de triple a falta de cuatro segundos. Bryant ha capturado el rebote y ha intentado un tiro que no llegaría a su destino. La mano de Gasol se ha interpuesto en su camino.
Los Lakers han roto así con su racha de cinco triunfos consecutivos. A Bryant se le ha cortado también la inspiración anotadora con la que hizo historia en la última jornada. Junto a la figura de líder de Gasol que ha aportado 10 puntos (3 de 10 tiros de campo y 4 de 6 desde la línea de personal), ha destacado el novato Tarence Kinsey. El escolta ha jugado su mejor partido como profesional y ha logrado 24 puntos, incluidos cinco en el último minuto. La victoria ha dejado a los Grizzlies con marca de 18-54, y de 6-30 como visitantes, ambos las dos peores de la liga.

martes, 27 de marzo de 2007

El calentón (Rosa Montero)

Dado que arrecia la bronca en nuestro país, la verbena de insultos y las pataletas, y que estoy aburrida hasta las entretelas de tanto berzotas de una y otra parte, me he puesto a pensar en algún tema más optimista, ameno y amable con el que distender esta columna. Como, por ejemplo, el cambio climático. Cualquier cosa puede ser más optimista, amena y amable que esta gresca constante.Hete aquí que el calentón planetario (que, debemos reconocerlo, es un poco más grande y más relevante que el calentón de los políticos y los periodistas españoles) está empezando a tener curiosas consecuencias. Leo que los inversores más avispados, que suelen ser siempre los más ricos, se apresuran ya a sacarle provecho al cambio climático cual hormigas afanosas que corren a merendarse un abejorro muerto. De modo que los asesores de los bancos están haciendo informes sobre cuáles son los sectores que van a prosperar a consecuencia del baile de las temperaturas.

Y así, cuentan que los tiempos venideros serán económicamente buenos para las compañías especializadas en energías alternativas, como la eólica o la solar; y también para las que se dedican a desarrollar tecnologías limpias. Hasta aquí, todo bastante evidente e incluso aceptable. Pero es que los asesores financieros siguen explicando, con helada tranquilidad, que otro sector de estupendo futuro es el de las compañías de seguros, porque el incremento de desastres naturales, de huracanes y lluvias torrenciales, hará que las pólizas suban irremediablemente; así como el del agua, porque la desertización hará que acabe costando más que el oro. Y no es que todo esto me extrañe demasiado, la verdad, porque una ya es muy mayor como para caerse del guindo, pero, en fin, es que de pronto me resultó bastante espeluznante imaginarme a una serie de finísimos inversores encorbatados frotándose las manos ante las catástrofes mundiales porque, cuanto más calamitosas, más pueden forrarse. Qué feo es el Dinero con mayúsculas: es un buitre dispuesto a zampar cualquier carroña con tal de medrar. Poco más o menos como nuestros políticos.

LO IMPORTANTE ES PARTICIPAR


¿Se acuerdan del guineano Eric Moussambani? Fue una de las estrellas de los Juegos de Sidney 2000. Cubrió, sufriendo mucho y casi ahogándose, 100m libres en dos minutos, muy lejos del ganador, el holandés Pieter van den Hoogenband, que realizó un tiempo de 47,84s. Hoy en los campeonatos de natación de Melbourne se ha visto de todo. Desde cuatro récods mundiales, entre ellos el extraordinario de Michael Phelps en 200m libres, hasta el calvario que ha pasado el nadador de Sierra Leona, Gibrilla Bamba, de 32 años, que, emulando a Moussambani, lo ha pasado fatal para terminar su serie de 50 metros braza. Bamba ha terminado la prueba con un crono de 55.11s, a más de un segundo por brazada.

domingo, 25 de marzo de 2007

LA QUINTA (ESTACIÓN) DE LOS MOLINOS

CARTA DE DISCULPA

En clase de escritura creativa, Marta (Rivera de la Cruz), nos pidió una carta de disculpa de un personaje súper malvado tipo Hitler, Bin Laden, Jack el Destripador, Bush. Yo elegí a este último porque está vivo y podría defenderse (espero a sus tropas en un par de semanas por mi barrio). Esto es lo que me salió: (he de decir que sólo teníamos 30 minutos para luego leerlo delante del resto de alumnos).

Queridos ciudadanos,

Me gustaría pedir perdón por estos 4 años de Guerra en Irak. Disculpadme por no haber encontrado las armas de destrucción masiva, por la reunión en las Azores con el otro par de indeseables y por mi papá.

PERDONADME, familias de soldados estadounidenses, familias de civiles iraquíes y familias de periodistas muertos por querer informar de esta guerra inmoral, ilegal e irreversible.

JUZGADME, por gastar el dinero que podríamos haber invertido en hospitales, escuelas y gasolina gratis durante un año para cada americano.

CASTIGADME, por ser un antiguo colaborador de Sadam Hussein y la familia Laden, a pesar de que ahora he ahorcado al primero y dispararía contra el segundo si pudiera.

HACED lo que queráis conmigo, compatriotas universales, pero en loas próximas elecciones: VOTADME.

Esta carta fue escrita por George W. Bus 12 días antes de que Charles Mason II le pegara 21 navajazos en Central Park mientras el ex presidente hacía footing sin guardaespaldas. La carta nunca fue leída en público. El partido republicano perdió en las siguientes elecciones y no volvió al poder hasta varias décadas después, conmigo, George Bus III.

sábado, 24 de marzo de 2007

viernes, 23 de marzo de 2007

A VER SI NINGÚN MEDIO LES ATIENDE A ELLOS

El Partido Popular ha anunciado hoy que "dejará de atender todas las convocatorias de entrevistas, tertulias y programas del Grupo PRISA y demás empresas controladas" por su presidente, Jesús de Polanco, mientras éste no "rectifique pública e inequívocamente" las declaraciones que hizo ayer en la junta general de accionistas de la empresa.

El anuncio del PP va expresamente dirigido a accionistas, anunciantes y clientes de PRISA. Polanco denunció ayer las dificultades a las que se enfrentan los medios del grupo para ejercer su labor periodística en un ambiente político marcado por la crispación y el confrontamiento.
El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, ha hecho pública la decisión de su partido durante la clausura de la XII Interparlamentaria celebrada en Valladolid. El Partido Popular tacha las palabras de Polanco de "intolerables", pues en su opinión "imputa comportamientos, actuaciones e intenciones abiertamente antidemocráticos". "Dichas declaraciones van mucho más allá del legítimo posicionamiento editorial y de la crítica ideológica, (...) desvanecen cualquier pretensión de imparcialidad del Grupo PRISA y comprometen la capacidad de cualquiera de los medios que lo integran de informar de manera veraz y objetiva", según el comunicado. Además, considera las palabras de Polanco "una agresión injustificada contra millones de españoles que se ven reflejados en los valores de libertad y democracia que representa y defiende el Partido Popular".

Comunicado íntegro del PP: Ante las intolerables declaraciones del Presidente del Grupo Prisa, Jesús Polanco, contra el Partido Popular al que imputa comportamientos, actuaciones e intenciones abiertamente antidemocráticos, manifestamos que: Dichas declaraciones van mucho más allá del legítimo posicionamiento editorial y de la crítica ideológica. Las declaraciones ponen en evidencia el profundo sectarismo de Jesús Polanco, desvanecen cualquier pretensión de imparcialidad del Grupo Prisa y comprometen la capacidad de cualquiera de los medios que lo integran de informar de manera veraz y objetiva. Las declaraciones suponen además una agresión injustificada contra millones de españoles que se ven reflejados en los valores de libertad y democracia que representa y defiende el Partido Popular. Comunicamos a todos los ciudadanos, y de manera especial a los accionistas, anunciantes y clientes de ese grupo de comunicación que, desde este momento y mientras el Sr. Polanco no rectifique pública e inequívocamente sus lamentables declaraciones, el Partido Popular dejará de atender todas las convocatorias de entrevistas, tertulias y programas del Grupo Prisa y demás empresas controladas por Jesús Polanco.

información sacada de Cadenaser.com

jueves, 22 de marzo de 2007