lunes, 15 de enero de 2007

HARD CANDY O LA PUTA REALIDAD


Esta es la puta realidad, información sacada íntegramente de cadenaser.com:

Miembros de la Sección de Delitos Tecnológicos de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, detuvieron el pasado día 10 de enero en Barcelona a un hombre de 59 años, acusado de corrupción de menores, amenazas y posesión de pornografía infantil. La investigación concluye que, haciéndose pasar por un chico de su misma edad, conoció a una joven de 15 años en un “chat” de Internet.

Ocurrió hace dos años y medio, cuando el detenido hizo creer a la menor que tras el ordenador estaba un joven como ella. Para ello, llegó incluso a utilizar fotografías de su propio hijo. Y siempre que ella pedía conocerle, le daba excusas de todo tipo para eludir el encuentro. Durante este largo tiempo, el detenido consiguió ganarse la confianza de la menor y hacer que le enviase fotos desnuda, convencida como estaba de que su "amigo" era una persona de su misma edad, de la que estaba enamorada.

Simuló un fallecimiento: Cuando llegó un momento en que el autor no podía continuar con la farsa, decidió simular que su hijo moría en un accidente de tráfico. Contactó con ella, ya como padre del supuesto joven, y le pidió que fuesen amigos.
El detenido comenzó entonces a solicitar, ya a cara descubierta, más fotografías suyas desnuda, amenazándola con publicar en Internet las que ya había recibido antes y mandarlas a las amistades si no accedía a ello. Fue entonces cuando padres de la menor conocieron los hechos e intervinieran. D.S.H., de 59 años de edad, no tenía antecedentes policiales y ha reconocido los hechos que se le imputan, por lo que ha pasado inmediatamente a disposición judicial. En el registro de su domicilio se le han intervenido imágenes y vídeos de menores captados por la web-cam, además de vídeos con agresiones sexuales a niños de 3 a 6 años.

HARD CANDY: A continuación, 2 comentarios encontrados al azar por la red de una película muy esperada, premiada y polémica; Uno es más positivo con la película que el otro.

1-"Hard Candy" arranca en un chat de Internet y termina encima de un tejado. El 90 por ciento de la historia se desarrolla en un salón de estar ocupado sólo por dos personajes. Uno es un fotógrafo que podría ser un pedófilo; o no. El otro es una adolescente resabida con mucha imaginación; hay razones sólidas para pensar que podría estar completamente loca. El juego del ratón y el gato empieza así, y sigue con intentos de seducción, chantajes emocionales, mentiras, insinuaciones, y un permanente cambio de tornas. Lo único que parece seguro es que todo acabará con alguien ganando y alguien perdiendo, pero las apuestas al ganador cambian cada cinco minutos. Contiene un guión que acumula niveles de tensión de los que sólo se ven una vez por década; una protagonista que tiene escrito el estrellato en la cara, y al menos una secuencia memorable -de la que Hitccock hubiera estado tremendamente orgulloso- sobre la manera quirúrgicamente correcta de realizar una castración.

2-Una niña de 14 años queda con un fotógrafo de 32 a través de un chat en internet. Ambos han estado hablando durante un par de semanas y ha llegado el momento de conocerse. El encuentro, en principio, es muy fructífero, pero cuando el fotógrafo lleva a la niña a su casa, las cosas se complicarán, ya que ella sospecha que él es un pedófilo, y le hará pasar por un pesadilla. Pesadilla que en ningún momento es creíble, debido al tratamiento de irrealidad que tiene la película, de lo cual se puede sacar una doble interpretación. O lo que está sucediendo es real, o no. En cualquiera de los dos casos, hay enormes fallos. La segunda opción, que yo ya he oído comentada por ahí, queda anulada en el instante en el que hace acto de presencia el personaje de Sandra Oh, metido muy forzadamente, tan sólo para indicarnos que lo que estamos viendo es cierto, y no tomemos la posibilidad de lo fantástico, a pesar de su atmósfera y su aire de cuento de terror. La película se fundamenta prácticamente durante todo su metraje en dos personajes: la secuestradora y el secuestrado; la niña y el hombre; la supuesta víctima y el supuesto culpable; caperucita y el lobo... ¡Ey, no, no! ¡Error! Esta película es "muy novedosa", "muy guay" y "muy moderna". Las cosas ya no son como solían ser. Ahora la niña será el lobo (vestida de caperucita) y el hombre será caperucita (aunque nunca lo vemos vestido de lobo). No sólo eso, el público estará de acuerdo en que es justo que "la loba" envenene, secuestre y mutile a "caperucito". Porque, supuestamente, se lo merece. Y todos los replicantes que miran la pantalla asienten con la cabeza, pensando lo original y buena que es la película.

Tal vez entre la noticia real y la película no haya nada en común. Tal vez, pero hay algo que falla en esta sociedad. Tal vez sea un caso aislado. Tal vez, pero impidamos que vuelva a suceder. Tal vez.

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