sábado, 13 de enero de 2007

THE PRESTIGE: EL TRUCO FINAL: PURA MAGIA...



Se abre el telón y aparecen Scarlett Johansson, Christian Bale, Hugh Jackman, Michael Caine y David Bowie. Se cierra el telón. ¿Qué es? Una nueva obra maestra de Christopher Nolan, el director de Memento y Batman Begins. Todo comienza en el agitado Londres de finales del siglo XIX. En una época en la que los magos son los ídolos más reconocidos, dos jóvenes magos se proponen labrar su propio camino a la fama. El ostentoso y sofisticado Robert Angier (Hugh Jackman) es un consumado artista, mientras el rudo purista Alfred Borden (Christian Bale) es un genio creativo que carece de la desenvoltura necesaria para mostrar al público sus mágicas ideas. Al principio, son dos compañeros y amigos que se admiran mutuamente. Sin embargo, cuando el mejor truco de ambos se echa a perder, se convierten en enemigos irreconciliables e intentan por todos los medios superar al otro y acabar con él. Truco a truco, espectáculo tras espectáculo, se va fraguando su feroz competición, que ya no conoce límites: llegan incluso a utilizar los nuevos y fantásticos poderes de la electricidad y la brillantez científica de Nikola Tesla, mientras la vida de todos los que les rodean pende de un hilo. Llena de sorpresas y revelaciones dignas de un prestidigitador, la película ahonda en un mundo fascinante en el que se exploran los más lejanos y oscuros límites de la fe, la confianza y lo posible.

Todo gran truco de magia consiste en tres actos. El primero recibe el nombre de La Promesa: el mago muestra algo extraordinario, pero, como es de esperar, probablemente no lo sea. El segundo acto se llama El Giro. El mago hace que ese algo ordinario realice algo extraordinario. Ahora bien, aunque busques el secreto, no lo vas a encontrar. Es por esto que hay un tercer acto, llamado El Prestigio. Esta es la parte de los giros y los cambios inesperados, en la que la vida pende de un hilo, y ves algo sorprendente que jamás has visto antes. Es un complejo thriller en el que abundan los misterios, las ilusiones impregnan cada acción y nada es lo que parece, excepto las primitivas emociones humanas que impulsan una lucha épica entre otros dos hombres ambiciosos. La historia proviene de la novela de Christopher Priest, El Prestigio con la que Nolan quedó fascinado declarando: “El libro creaba una fabulosa relación entre la narrativa y las técnicas e ideas usadas por los magos para engañarte e involucrarte en ese engaño. Pensé que lo más excitante sería encontrar un equivalente cinematográfico. Hay una relación muy estrecha entre lo que hacen los magos y los directores. El director es muy similar al mago en la forma en la que muestra la información, es decir, lo que decimos al espectador y cuándo lo decimos.

THE PRESTIGE nos hechiza, juega con nosotros hasta hipnotizarnos para dejarnos un final de truco abierto a la interpretación y con ganas de volver a verla (Sí, a Scarlett también). Leed algunas críticas que explican de otro modo lo que quiero decir: “Nolan dirige la película exactamente como un gran truco, de manera que quieres volver a verla al segundo de acabarse”. “Un juego de manos visualmente deslumbrante y asombrosamente inteligente que dejará a la audiencia reflexionando hasta mucho después de encendidas las luces”. Así que, con música de violín al más estilo Tamariz me despido recomendando esta peli, tirando polvos mágicos (¿Scarlett?) y diciendo: “Abracadabra” o como dice un experto: "Aférrense a las dos primeras palabras que escuchan en la película: 'watch closely' (presten mucha atención).

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