¿Es posible que un profesor sea más aburrido que un periódico? ¿Es de mala educación no atender en clase por estar leyendo o escribiendo algo interesante? ¿Pueden obligarte l@s profes a escuchar sus divagaciones psíquicas-físicas-cuánticas? Todas estas preguntas y muchas más podría contestarlas si fuera a clase de Derecho de la Información, pero, claro...no puedo porque he de asistir a otra clase y nos “obligan” a firmar una asistencia mínima del 66% para aprobar (en 5º curso de carrera, válgame Dios).
El sujeto en cuestión (no merece publicidad, ni buena ni mala) se enojó al verme leer un periódico (a mí, que apenas lo hago, fijaos cómo será la clase...) y bramó porque no le atendía. Debe creer que el resto de alumnos le escuchan –cuando en realidad están pensando qué peli ver por la tarde o en el “enamoramiento” de ayer-, y se fue creciendo hasta el punto de ponernos un ejemplo: “Es como si vienes a mi despacho a preguntarme algo y no te hago ni puto caso”.
En ese momento, estuve cerca de saltar (pero no soy tan maleducado como se cree) y responderle que justamente eso fue lo que ocurrió el día que acudí a su tutoría y le pedí que me enviara, vía mail, una investigación sobre suicidios. Aún estoy esperando (hace un mes), casi desesperando, pero jamás le diré que no me presta atención, porque por suerte (o desgracia), aún nos quedan algunas libertades, aunque parece que todavía queda gente que quiere controlarnos desde la atención hasta el pensamiento.
Lo mejor de todo fue el final de la “trifulca”. El personaje, en sí mismo –cinturón negro con zapatos marrones...todo un fashion victim-, se disculpa ante la clase por la interrupción y por nuestro “calentón” (cuando sólo había hablado él, yo simplemente asentía y miraba con cara de asombro [con el móvil en la mano, menos mal que no lo vio]), diciendo que los lunes se levantaba de mal humor. Esa fue su explicación... Yo cerré el periódico y comencé a escribir un borrador de este artículo; Mientras, él pensaría que tomaba apuntes de lo que decía. No te confundas “profe”: yo, al igual que la mayoría de mis compañeros, no te hacemos NI PUTO CASO.
martes, 21 de noviembre de 2006
viernes, 10 de noviembre de 2006
CAMBIOS
En el anterior (y primer) número de lahuelladigital.com -todo un éxito, por cierto-, se destacó sobre manera el estreno de la película UNA VERDAD INCÓMODA, en la que Al Gore nos “acojona” (con perdón) con la situación actual del planeta y lo que ha cambiado (para mal en much@s c@s@s) en los últimos tiempos. Como siempre, las casualidades existen (o no) y esta semana me han ocurrido varias cosas que me han hecho plantearme dudas sobre los cambios entre pasado, presente y futuro (tal vez provocados por el clima, “seguramente” por el hombre).
El otro día, me fui a pasear por las calles de Toledo (unos pasean por la Gran Vía, otros en un parque y yo en uno de los lugares más recomendables de la geografía española) y me di cuenta de que también le afecta el paso del tiempo. Para muestra, un botón -en este caso, dos fotos-:
Tras siglos románicos, góticos, renacentistas, etc, etc (esto no es una clase de arte), fijaos lo que encontré enfrente de la Catedral. No puedo definir estos “vehículos”, disfrutad vosotros mismos de las imágenes. Pero, aún es peor la otra, la de la máquina de coca-colas; Os preguntaréis ¿por qué es raro? Las hay en la uni, calles, metros y miles de sitios más, pero...¿Cuándo habéis visto una en una iglesia? En Toledo podéis, sin palabras... (No daré publicidad de la iglesia aunque doy una pista: Tiene las mejores vistas aéreas de la ciudad).
Conclusión: No sé si será el cambio climático a nivel global, o simplemente que a la gente se le ha achicharrado el cerebro con los últimos calores, pero existen cosas extrañas en este mundo de hoy; Un último ejemplo, en América, los Republicanos son los conservadores. Así que, como suele decirse: Si Franco levantara la cabeza.....
.....tendríamos que enterrársela otra vez.
DIARIO DE....
Un rebelde, un skin, Patricia, Bitácora, Bridget Jones... Todos estos diarios y muchos más, los podemos encontrar en cine, TV y libros, pero hay uno que me gustaría crear aquí: DIARIO DE UN IVERSITARIO; No junto, separado, para reflejar lo poco universitario que me siento y también porque me hace gracia el juego de palabras, ¡qué carajo!
En esta sección (o lo que sea), me convertiré en un redactor sensacionalista, casi de prensa rosa para desnudar algunos secretos, trucos y anécdotas (ya que las chicas no se dejan...) que me han ocurrido en estos seis años aquí. Sí, leéis bien, no me he confundido, este es mi 6º curso de Periodismo, o 5º factorial, o eres más vago que Bofill (hijo), o como lo queráis llamar.
Como podéis suponer, la mayoría de estas cosas graciosas ocurren fuera de clase, así que no hay duda de que puedo afirmar: “Estaba en el lugar adecuado en el momento justo”. Por supuesto, todos tenemos “aventurillas” (sí, también sexuales) que contar a nuestros nietos sobre nuestro paso por la uni; Por tanto, os propongo que practiquéis desde mucho antes y nos hagáis reír o llorar con vuestras historias.
Eso sí, como veterano de guerra y casi “Matusalén” de la facultad, permitidme que empiece yo con alguna. Que no conste como precedente, pero esta vez hablaré de algo que suele pasar en las clases (aunque supongo que fuera hará lo mismo). Son las PFFRASES DE SANROMÁN (profesor de Sociología, o eso se cree él):
· “Ponedme el teléfono en la ficha. No tengo ningún interés especial, yo ya tengo la vida resuelta”.
· “Joé decano, apaga la calefacción, que van a salir los licenciados tostaos... Bueno, la verdad es que ya salen bastante quemaos”.
· “El libro se llama "Street's Corners Society". Como todos sabéis inglés en la ficha, sabréis lo que significa: "Street", calle; "corner", saque de esquina; y "society", sociedad”.
· “Esto es lamentable. Estáis escupiéndome moralmente”.
· “Cada persona es distinta. Es decir, cada uno de vosotros es un "Nenuco" diferente. Bueno, cada uno de vosotros tiene un olor distinto. Empezad a oleros... ¡que guarrada!”
· “Me juego el sueldo deeeee... de un año a que nadie que tire una moneda 50 veces le sale cara las 50 veces. Eh, ehhh, ¿esto qué es? ¿un circo? Tachantantarararacharan... [música de circo] Ey, ¡fiesta San Román! ¡Pruebe suerte! Buah, no sabía el truco, ¡qué pringao!”
Para muestra, un botón y para gustos, los colores; Tenéis muchas más pffrases de profesores en el ratotonto (además de apuntes, consejos y un sinfín de risas), no os perdáis las de Ripoll o Timoteo Álvarez, y los comentarios a las frases, que son más que ingeniosas (y que conste que no las he puesto yo, aunque muchas las he vivido en vivo y directo). Nada más, os insto a que mandéis vuestras anécdotas a la huelladigital.com y ya veremos qué salida les damos. Como despedida, usaré la misma que utilicé en una carta a un profesor para aprobar la asignatura: BESOS Y FLORES.
PD: Desde LA HUELLA, pedimos perdón a todo aquel que se pueda ofender, pero no lo hacemos con esa intención, al contrario, es nuestro pequeño homenaje a uno de los pocos que nos ha enseñado algo en la facultad (aunque no haya sido de Periodismo) y con José Antonio Sanromán no habremos aprendido mucho de Durkheim o Weber, pero sí nos hemos reído con (y de) él muchos ratos. Como diría el ratotonto, píllalo.
En esta sección (o lo que sea), me convertiré en un redactor sensacionalista, casi de prensa rosa para desnudar algunos secretos, trucos y anécdotas (ya que las chicas no se dejan...) que me han ocurrido en estos seis años aquí. Sí, leéis bien, no me he confundido, este es mi 6º curso de Periodismo, o 5º factorial, o eres más vago que Bofill (hijo), o como lo queráis llamar.
Como podéis suponer, la mayoría de estas cosas graciosas ocurren fuera de clase, así que no hay duda de que puedo afirmar: “Estaba en el lugar adecuado en el momento justo”. Por supuesto, todos tenemos “aventurillas” (sí, también sexuales) que contar a nuestros nietos sobre nuestro paso por la uni; Por tanto, os propongo que practiquéis desde mucho antes y nos hagáis reír o llorar con vuestras historias.
Eso sí, como veterano de guerra y casi “Matusalén” de la facultad, permitidme que empiece yo con alguna. Que no conste como precedente, pero esta vez hablaré de algo que suele pasar en las clases (aunque supongo que fuera hará lo mismo). Son las PFFRASES DE SANROMÁN (profesor de Sociología, o eso se cree él):
· “Ponedme el teléfono en la ficha. No tengo ningún interés especial, yo ya tengo la vida resuelta”.
· “Joé decano, apaga la calefacción, que van a salir los licenciados tostaos... Bueno, la verdad es que ya salen bastante quemaos”.
· “El libro se llama "Street's Corners Society". Como todos sabéis inglés en la ficha, sabréis lo que significa: "Street", calle; "corner", saque de esquina; y "society", sociedad”.
· “Esto es lamentable. Estáis escupiéndome moralmente”.
· “Cada persona es distinta. Es decir, cada uno de vosotros es un "Nenuco" diferente. Bueno, cada uno de vosotros tiene un olor distinto. Empezad a oleros... ¡que guarrada!”
· “Me juego el sueldo deeeee... de un año a que nadie que tire una moneda 50 veces le sale cara las 50 veces. Eh, ehhh, ¿esto qué es? ¿un circo? Tachantantarararacharan... [música de circo] Ey, ¡fiesta San Román! ¡Pruebe suerte! Buah, no sabía el truco, ¡qué pringao!”
Para muestra, un botón y para gustos, los colores; Tenéis muchas más pffrases de profesores en el ratotonto (además de apuntes, consejos y un sinfín de risas), no os perdáis las de Ripoll o Timoteo Álvarez, y los comentarios a las frases, que son más que ingeniosas (y que conste que no las he puesto yo, aunque muchas las he vivido en vivo y directo). Nada más, os insto a que mandéis vuestras anécdotas a la huelladigital.com y ya veremos qué salida les damos. Como despedida, usaré la misma que utilicé en una carta a un profesor para aprobar la asignatura: BESOS Y FLORES.
PD: Desde LA HUELLA, pedimos perdón a todo aquel que se pueda ofender, pero no lo hacemos con esa intención, al contrario, es nuestro pequeño homenaje a uno de los pocos que nos ha enseñado algo en la facultad (aunque no haya sido de Periodismo) y con José Antonio Sanromán no habremos aprendido mucho de Durkheim o Weber, pero sí nos hemos reído con (y de) él muchos ratos. Como diría el ratotonto, píllalo.
MUCHA GENTE, POCAS PERSONAS
Mucha gente pero pocas personas, muchas puertas pero nadie se asoma, mucho ego y “mu” poca paciencia, “tó” lo queremos arreglar con la violencia. No es una frase mía, es el estribillo de una canción de El Arrebato y viene a cuento para el asunto que quiero tratar: Un anuncio de la MTV censurado en EE.UU. ¿Por qué? Preguntadle al todopoderoso Bush, pero si lo veis, lo entenderéis rápidamente: son 3 fotografías y en todas aparecen las torres gemelas ardiendo en el fatídico 11-S , con un número: 2863. Lo que cambia es que en la primera imagen (foto), aparece un mendigo con un cartel pidiendo ayuda para los 40 millones de enfermos de SIDA en el mundo. En la segunda, siguen las torres y la misma cifra pero aparece un niño y la frase es 824 millones de desnutridos. En la última instantánea continúan las “humeantes gemelas” y son contempladas por una mujer con otro escalofriante dato, 630 millones de indigentes. No obstante, lo que más ha debido de molestar al gobierno estadounidense es el lema que añadían las fotografías: “El mundo unido contra el terrorismo, pero también por el SIDA, la pobreza y la hambruna”.
Lo del hambre en el mundo me da pie para sacar otro tema relacionado: el día 16 de octubre se celebró el primer día de la Semana contra la Pobreza con manifestaciones en muchas partes de España y del mundo por esta lacra que azota a tanta gente. Bajo el lema “Rebélate contra la pobreza. Más hechos, menos palabras”, esta campaña alerta sobre cómo la mayoría de los acuerdos internacionales en materia de pobreza siguen sin cumplirse. Un solo dato refleja esto: cada cinco segundos muere de hambre un niño. 1,2,3,4,5. Es muy poco tiempo, ¿verdad? Da pena, pero no debe ser la suficiente cuando no hacemos mucho al respecto, porque se podrían hacer muchas cosas para ayudar y prácticamente erradicar esta “enfermedad mundial”, no es como una catástrofe natural contra la que el hombre no puede luchar. A colación de esto, otra cifra estremecedora: 1 millón de personas han muerto en la última década en diversas catástrofes, llámense tsunami, terremotos, huracanes, erupciones volcánicas, etc, etc...
En definitiva, mucha gente, pocas personas, y demasiadas desgracias en el mundo. Tan solo debes poner un telediario o abrir un periódico para darte cuenta de ello: guerras, accidentes de tráfico, violencia de género... ¿Acaso no pasan cosas buenas en el mundo o es que vende más lo trágico? Es una pregunta que no resolveremos nunca porque es como la de ¿la gente ve lo que ponen en la TV porque no hay otra cosa o la TV pone lo que quiere la gente? Muchas preguntas, pocas respuestas, mucha violencia, poca paz y sobre todo, muchos pésimos políticos para tan pocas personas. Desde aquí, recomendamos no ver la TV y sí la MTV, especialmente el anuncio en cuestión a ver si nos hace reflexionar un poquito sobre la importancia de nuestros “problemas”: Tal vez no sea lo más grave del mundo tener unos kilos de más, que tu novi@ te haya dejado o qué ponerme para el botellón prohibido (que también es una de nuestras prioridades por delante de la vivienda o el paro), así que ahí tiro el guante, para quien lo quiera recoger. 5,4,3,2,1...
SÍNDROMES: EL MAL DE LA SOCIEDAD
Existen más de 6000 patologías consideradas raras y lo peor no es eso, sino que el mundo parece que se está volviendo completamente loco definitivamente. Una niña austriaca fue secuestrada durante 8 años por un “pirao” que se suicidó al escapársele la cría (ya una mozalbeta de 18 años) y ésta confesó sufrir un poco síndrome de Estocolmo con su raptor.
También es reseñable el aumento del síndrome de Diógenes en todo el mundo. La última que ha salido en los medios de comunicación ha sido una pareja de ancianos que se arrojaron por la ventana huyendo de un incendio. Más abajo explicaré más detenidamente lo que significan estos síndromes y otros más que he encontrado y me parecen peculiares y existentes en nuestra sociedad actual.
Y también me gustaría hablar de otras “extrañezas” como los mitos: los más conocidos son los de Edipo y Medea pero no tengo tiempo ni espacio para describirlos así que os recomiendo google, la wikipedia o incluso un diccionario convencional (que al final van a ir desapareciendo, como las cartas de correo, por culpa de los ordenadores), pero me gustaría plantearos una duda que me surgió a mí: ¿Cómo se puede llamar lo de llegar a un videoclub y enterarte que tienes un hermano/a o simplemente alguien con el mismo apellido que tú (1º y 2º, mucha casualidad)? Y aún más, ¿qué nombre recibiría el dependiente al que le ocurre eso con dos clientes diferentes la misma tarde?
Síndrome de Peter Pan: Algunos ven este síndrome como un problema muy extenso en la sociedad moderna pos-industrial. se caracteriza por la inmadurez en ciertos aspectos sicológicos, sociales, y problemas sexuales. La personalidad masculina en cuestión es inmadura y narcisista. De forma más abarcadora, según Kiley, las características de un "Peter-Pan" incluyen algunos rasgos de irresponsabilidad, rebeldía, cólera, narcisismo, dependencia, manipulación, y la creencia de que esta más allá de las leyes de la sociedad y las normas.
Síndrome de Cenicienta: Es la versión femenina del síndrome de Peter Pan. La diferencia con éste se encuentra en el objeto mismo de los anhelos de la víctima: conseguir un príncipe azul que aparezca de la nada en un corcel blanco y veloz para alejarla de su atribulada vida para siempre. Pone toda su ilusión en encontrar un hombre lindo, simpático y adinerado que cumpla todas sus fantasías y mágicamente.
Síndrome de Wendy: Este síndrome se desarrolla sobre todo en mujeres, caracterizándose por ser madres excesivamente protectoras. Suele estar directamente relacionado con el síndrome de Peter Pan, pues es frecuentes que madres con el Síndorme de Wendy generen varones con el de Peter Pan o Cenicienta.
Síndrome de Stendhal: Es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardiaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a una sobredosis de belleza artística, pinturas y obras maestras del arte. Aunque ha habido muchos casos de gente que sufría vértigos y desvanecimientos mientras visitaba el arte en Florencia, especialmente en la "Galeria degli Uffizi" desde el principio del siglo XIX en adelante, no fue descrito como un síndrome hasta 1979, cuando la psiquiatra italiana Graziella Magherini observó y describió más de 100 casos similares entre turistas y visitantes en Florencia, la cuna del Renacimiento, y escribió acerca de él.
Síndrome de Down: Es una malformación congénita causada por una alteración del cromosoma 21 (trisomía del par 21) que se acompaña de retraso mental moderado o grave. En algunos países a quienes padecen de esta enfermedad se les llama despectivamente de mongoles, proveniente del mongolismo por las características de sus facies.
Síndrome de Ulises: Es un síndrome de naturaleza psicológica que se caracteriza por un estrés crónico que viene asociado a la problemática de los inmigrantes al afincarse en un nuevo país. El nombre viene derivado del héroe mítico Ulises, el cual, perdido durante muchísimos años en su camino de vuelta a Ítaca, añoraba su tierra de origen pero se veía imposibilitado para volver a ella.
Síndrome de Estocolmo: Es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
Síndrome de Diógenes: Es un desorden del comportamiento que normalmente afecta a personas de avanzada edad que viven solas, caracterizándose por el total abandono personal, social y el aislamiento voluntario en su propio hogar. Debido a que creen encontrarse en una situación de pobreza extrema, no siendo a menudo el caso, tienden a intentar ahorrar lo máximo posible llegando a reunir grandes cantidades de dinero sin tener conciencia de lo que poseen realmente. También suelen acumular grandes cantidades de desperdicios y objetos sin ninguna utilidad en sus casas, lo cual les aboca a vivir en situaciones insalubres.
También es reseñable el aumento del síndrome de Diógenes en todo el mundo. La última que ha salido en los medios de comunicación ha sido una pareja de ancianos que se arrojaron por la ventana huyendo de un incendio. Más abajo explicaré más detenidamente lo que significan estos síndromes y otros más que he encontrado y me parecen peculiares y existentes en nuestra sociedad actual.
Y también me gustaría hablar de otras “extrañezas” como los mitos: los más conocidos son los de Edipo y Medea pero no tengo tiempo ni espacio para describirlos así que os recomiendo google, la wikipedia o incluso un diccionario convencional (que al final van a ir desapareciendo, como las cartas de correo, por culpa de los ordenadores), pero me gustaría plantearos una duda que me surgió a mí: ¿Cómo se puede llamar lo de llegar a un videoclub y enterarte que tienes un hermano/a o simplemente alguien con el mismo apellido que tú (1º y 2º, mucha casualidad)? Y aún más, ¿qué nombre recibiría el dependiente al que le ocurre eso con dos clientes diferentes la misma tarde?
Síndrome de Peter Pan: Algunos ven este síndrome como un problema muy extenso en la sociedad moderna pos-industrial. se caracteriza por la inmadurez en ciertos aspectos sicológicos, sociales, y problemas sexuales. La personalidad masculina en cuestión es inmadura y narcisista. De forma más abarcadora, según Kiley, las características de un "Peter-Pan" incluyen algunos rasgos de irresponsabilidad, rebeldía, cólera, narcisismo, dependencia, manipulación, y la creencia de que esta más allá de las leyes de la sociedad y las normas.
Síndrome de Cenicienta: Es la versión femenina del síndrome de Peter Pan. La diferencia con éste se encuentra en el objeto mismo de los anhelos de la víctima: conseguir un príncipe azul que aparezca de la nada en un corcel blanco y veloz para alejarla de su atribulada vida para siempre. Pone toda su ilusión en encontrar un hombre lindo, simpático y adinerado que cumpla todas sus fantasías y mágicamente.
Síndrome de Wendy: Este síndrome se desarrolla sobre todo en mujeres, caracterizándose por ser madres excesivamente protectoras. Suele estar directamente relacionado con el síndrome de Peter Pan, pues es frecuentes que madres con el Síndorme de Wendy generen varones con el de Peter Pan o Cenicienta.
Síndrome de Stendhal: Es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardiaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a una sobredosis de belleza artística, pinturas y obras maestras del arte. Aunque ha habido muchos casos de gente que sufría vértigos y desvanecimientos mientras visitaba el arte en Florencia, especialmente en la "Galeria degli Uffizi" desde el principio del siglo XIX en adelante, no fue descrito como un síndrome hasta 1979, cuando la psiquiatra italiana Graziella Magherini observó y describió más de 100 casos similares entre turistas y visitantes en Florencia, la cuna del Renacimiento, y escribió acerca de él.
Síndrome de Down: Es una malformación congénita causada por una alteración del cromosoma 21 (trisomía del par 21) que se acompaña de retraso mental moderado o grave. En algunos países a quienes padecen de esta enfermedad se les llama despectivamente de mongoles, proveniente del mongolismo por las características de sus facies.
Síndrome de Ulises: Es un síndrome de naturaleza psicológica que se caracteriza por un estrés crónico que viene asociado a la problemática de los inmigrantes al afincarse en un nuevo país. El nombre viene derivado del héroe mítico Ulises, el cual, perdido durante muchísimos años en su camino de vuelta a Ítaca, añoraba su tierra de origen pero se veía imposibilitado para volver a ella.
Síndrome de Estocolmo: Es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
Síndrome de Diógenes: Es un desorden del comportamiento que normalmente afecta a personas de avanzada edad que viven solas, caracterizándose por el total abandono personal, social y el aislamiento voluntario en su propio hogar. Debido a que creen encontrarse en una situación de pobreza extrema, no siendo a menudo el caso, tienden a intentar ahorrar lo máximo posible llegando a reunir grandes cantidades de dinero sin tener conciencia de lo que poseen realmente. También suelen acumular grandes cantidades de desperdicios y objetos sin ninguna utilidad en sus casas, lo cual les aboca a vivir en situaciones insalubres.
LOS HIJOS DE LOS HOMBRES: LA ESPERANZA
Justo cuando el hombre más joven de la tierra muere (en la ficción), el más pequeño (en altura), ha muerto en la vida real. Es curioso lo que me ocurre a veces: Vi la película LOS HIJOS DE LOS HOMBRES y quería escribir sobre ella, pero no sabía cómo empezar. Tras varios días de dudas, apareció una noticia en prensa: “muere el hombre más bajo del mundo; 54 cms y 37 años. Había hecho varias pelis, videoclips y programas de TV en varios países, entre ellos España”.
Todo esto me produjo la misma sensación y/o sentimiento: ESPERANZA. La película de Cuarón tiene cosas magníficas pero me quedo con la secuencia del gueto donde Clive Owen (grandioso, por cierto), debe salvar a una mujer negra y su hija (el de ella, el único bebé en 18 años), la esperanza de que el mundo pueda continuar y no sucumbir ante el caos y las guerras. En esta escena (intentaré no destriparla demasiado), grabada con cámara en mano de manera prodigiosa, los protagonistas avanzan por los pasillos y habitaciones de un edificio en ruinas “gracias a” los bombardeos que se están produciendo en ese mismo momento entre los guerrilleros y el ejército.
Al final entran los soldados disparando a todo lo que se mueve hasta que ven al bebé; Entonces se produce una catarsis, un alto el fuego, aunque yo más bien sentí un alto en mi corazón. Es de las cosas más bonitas que he visto en una pantalla y durante unos instantes, con la música y la emoción, tuve la esperanza de que “algo” puede cambiar este mundo loco y la paz ha de llegar entre las personas. Desgraciadamente, este pensamiento dura muy poco (tanto en la peli, como en mi vida).
En cuanto al hombre menos alto del mundo, me produce la misma esperanza. Si él ha luchado por su vida a pesar de ser tan diferente al resto, ¿por qué no lo hacemos los demás? Él realizó muchas cosas con sus 54 centímetros, así que nosotros con el triple, debemos intentar conseguir nuestros sueños, por muy lejos, altos e inalcanzables que estén. Concluyendo, ya sea como Clive Owen en la ficción, o como el más bajito del mundo real, tenemos la oportunidad de luchar por nuestro futuro, tener esperanza en los demás y en uno mismo; Yo, personalmente, la pongo en todos los “Dylan”, desde el universo cinematográfico hasta el verdadero.
Todo esto me produjo la misma sensación y/o sentimiento: ESPERANZA. La película de Cuarón tiene cosas magníficas pero me quedo con la secuencia del gueto donde Clive Owen (grandioso, por cierto), debe salvar a una mujer negra y su hija (el de ella, el único bebé en 18 años), la esperanza de que el mundo pueda continuar y no sucumbir ante el caos y las guerras. En esta escena (intentaré no destriparla demasiado), grabada con cámara en mano de manera prodigiosa, los protagonistas avanzan por los pasillos y habitaciones de un edificio en ruinas “gracias a” los bombardeos que se están produciendo en ese mismo momento entre los guerrilleros y el ejército.
Al final entran los soldados disparando a todo lo que se mueve hasta que ven al bebé; Entonces se produce una catarsis, un alto el fuego, aunque yo más bien sentí un alto en mi corazón. Es de las cosas más bonitas que he visto en una pantalla y durante unos instantes, con la música y la emoción, tuve la esperanza de que “algo” puede cambiar este mundo loco y la paz ha de llegar entre las personas. Desgraciadamente, este pensamiento dura muy poco (tanto en la peli, como en mi vida).
En cuanto al hombre menos alto del mundo, me produce la misma esperanza. Si él ha luchado por su vida a pesar de ser tan diferente al resto, ¿por qué no lo hacemos los demás? Él realizó muchas cosas con sus 54 centímetros, así que nosotros con el triple, debemos intentar conseguir nuestros sueños, por muy lejos, altos e inalcanzables que estén. Concluyendo, ya sea como Clive Owen en la ficción, o como el más bajito del mundo real, tenemos la oportunidad de luchar por nuestro futuro, tener esperanza en los demás y en uno mismo; Yo, personalmente, la pongo en todos los “Dylan”, desde el universo cinematográfico hasta el verdadero.
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