Son curiosas las cosas que me ocurren a veces. La semana pasada estaba currando en mi videoclub y mi compañera puso un disco de Los Beatles en directo. Por supuesto, ya los conocía, pero aquella tarde, creo que me convertí en uno de esos fans que se abalanzaban sobre ellos e incluso, uno de ellos llegó a asesinar a John Lennon (espero no acabar igual [ni asesinando, ni asesinado]) una noche de hace 25 años enfrente del edificio Dakota de NY. Y aquí viene la curiosidad que decía, yo no sabía este dato de que hoy día 8 de Diciembre de 2005 se cumple este lamentable aniversario. Lo descubrí días después, tras investigar en el emule y google.
Todo esto me motivó a escuchar muchas muchas canciones de ellos y hay una que me sigue recordando a una tarde de 2003 en la Puerta del Sol gritando: ¡NO A LA GUERRA!. Es “Imagine”, esa tarde descubrí todo el poder de esa canción de Lennon junto a miles de personas tarareándola; desde entonces me emociono cada vez que oigo sus primeros compases y a veces, derramo un par de lagrimitas. Tal vez sea una utopía lo que John pedía y que yo siento y pido de la misma manera, pero esos tres minutos que dura la canción, creo que todo es posible y que tal vez las guerras puedan acabarse y las fronteras desaparecer. Imagina.
Bien, pues quería rendirle mi pequeño homenaje a Lennon y colateralmente a Los Beatles por todo esto, pero como esta es una página de cine, no de música ni leyendas, he mirado qué películas se habían realizado sobre este cuarteto Londinense con sus componentes. Seguramente sean el grupo más conocido de la historia. O como dijo el poeta Allen Ginsberg en 1964 “el centro de la consciencia universal se ha trasladado a Liverpool”. En un tono más provocador, Lennon declaraba un año más tarde que los Beatles eran más famosos que Jesucristo. Eso es mucho decir, en cualquier caso, ¡God saves the Beatles, y a Lennon!
Que los Beatles hicieran cine era una consecuencia lógica del éxito mundial que habían alcanzado en tan sólo unos meses. Walter Shenson, emisario de la United Artists, contactó con el manager de la banda, Brian Epstein. Su idea era pergeñar un producto a semejanza de los que por aquel entonces interpretaba Elvis Presley, poco más que una excusa para colocar unas cuantas canciones y sacar guapos a los muchachos. Sin embargo, no contaron con el genio creativo de Richard Lester, un director norteamericano forjado en el medio televisivo e instalado en Gran Bretaña desde 1957.
Lester rodó la película en apenas siete semanas por menos de medio millón de dólares. La trama arrancaba cuando, perseguidos por sus fans, John, Paul, George y Ringo toman un tren hacia Londres, donde deben actuar en un show televisivo. Les acompaña su representante –una parodia del propio Epstein–, un asistente y el abuelo de Paul, quien acaba huyendo a un casino ante la desesperación de los chicos. Una vez en el estudio, Ringo desaparece al pensar que sus compañeros no le aprecian. La intensa búsqueda acabará en un cuartelillo de policía, donde el batería es rescatado justo a tiempo para tocar en televisión.
¡QUÉ NOCHE LA DE AQUEL DÍA! debió ser un acontecimiento ver en las salas una película en blanco y negro del año 1964. Volvió a los cines en 1982 con el añadido de un prólogo. En 1964, la beatlemanía ya se había convertido en un fenómeno universal. She Loves You era el disco más vendido en la historia del Reino Unido –lo sería hasta 1977–. La banda había actuado ante la reina de Inglaterra, viajado a Estados Unidos en una triunfal gira y ocupado las primeras cinco posiciones del Billboard con Can’t Buy Me Love, Twist and Shout, She Loves You, I Want to Hold Your Hand y Please, Please Me, un hecho irrepetido en los anales de la música pop.
El futuro autor de Superman II y III dio a la película el ritmo trepidante que las propias canciones pedían. A las dotes interpretativas de los Beatles se unió la intuición cinematográfica del director, que tuvo plena libertad para incluir elementos tan dispares como el humor surrealista de los hermanos Marx, las técnicas cinematográficas del cinéma verité, los excesos fellinianos, o la experimentación de Godard. El resultado fue uno de los largometrajes más inventivos de su época, un delicioso muestrario de cine pop, que transgredía todos los dogmas del cine académico.
Después de la sensación causada por ¡QUÉ NOCHE LA DE AQUEL DÍA!, los Beatles y Richard Lester colaboraron de nuevo para HELP. John Lennon siempre sostuvo que lo mejor de aquel filme se quedó en la sala de montaje: «Los Beatles ‘colocados’ y cayéndose por los suelos». Para la tercera película juntos se barajaron muchas posibilidades, incluida una colaboración con Manuel Benítez, El Cordobés. Después vendrían títulos como MAGICAL MISTERY TOUR, dirigida por McCartney; la producción animada EL SUBMARINO AMARILLO o CÓMO GANÉ LA GUERRA, una comedia no musical de Richard Lester rodada en España, en la que aparecía John Lennon.
Pero ninguna compartió la frescura de este falso documental, ¡QUÉ NOCHE LA DE AQUEL DÍA!, que sigue a unas estrellas del pop durante 48 horas, con lo que clásicos como If I Fell o All My Loving suenan mejor incluso que en 1964. Valga como prueba de su vigencia y de su carácter referencial en la historia del cine musical la escena donde el grupo interpreta I Should Have Know Better. Por primera vez en una película, el tema suena sin que ninguno de ellos lo cante. Como el que no quiere la cosa, Lester y los Beatles acababan de inventar el videoclip.
Se me acaba el tiempo y espacio para seguir hablándoos de anécdotas del grupo, Yoko Ono, envidias y celos entre Lennon y Mc Cartney , así que os remito a otras páginas y sobre todo os invito a escuchar sus éxitos. Se despide, un nuevo bealtlemaniaco.
PD. Me he propuesto aprender más inglés para comprender todas las canciones y estoy pensando irme este verano a Irlanda para ello. Aunque tal vez, el sitio sea Liverpool. Ah, y recordad: All you need is love.
PPD: mientras escribo esto, veo el concierto que dieron el 23 de Agosto de 1965 en el Shea Stadium de NY. Es emocionante verles “en directo”. Más que recomendable esta “película”, aunque sea en inglés, merece la pena verles tocar. Perdón por este fanatismo, parezco una chiquilla gritona viendo un concierto de los Hombres G (otro de mis grupos favoritos junto a El Canto del Loco), pero creo que acabo de descubrir algo importantísimo en mi vida: I LOVE BEATLES.
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