Corría el año 1974 cuando Brian de Palma invitó a cenar juntos al cineasta Martin Scorsese y al guionista Paul Schrader. Scorsese acudía a la cita con un propósito claro: quería que Schrader, que por entonces acababa de vender su primer guión en Hollywood (THE YAKUZA), le escribiera una adaptación cinematográfica de la novela El jugador, de Fedor Dostoievski. Sin embargo, se encontró sobre la mesa con un guión inquietante, una violenta historia de autodestrucción que había sido rechazada sistemáticamente por todos los estudios de Hollywood. Su título era TAXI DRIVER. Comenzaba de este modo una fructífera colaboración que se prolongaría intermitentemente a lo largo de las tres décadas siguientes.
Ya por entonces Martin Scorsese era uno de los jóvenes directores más estimulantes del panorama estadounidense. A pesar de sus orígenes humildes, había conseguido graduarse brillantemente en el programa de cine de la Universidad de Nueva York, y contaba en su haber con cuatro largometrajes, entre ellos algunos de éxito: MALAS CALLES O ALICIA YA NO VIVE AQUÍ.
Por su parte, el camino que Paul Schrader había recorrido hasta llegar a este punto había sido bastante más tortuoso. Criado en una estricta fe calvinista, hasta los 18 años no pudo entrar en una sala de cine, dado que sus padres lo consideraban un entretenimiento pecaminoso. Sin embargo, el joven Paul se quedo admirado del espectáculo, y poco después se matriculó en la especialidad de cine en la Universidad de California-Los Ángeles. Tras doctorarse con una tesis sobre el estilo trascendental en la obra de Ozu, Bresson y Dreyer, Schrader trabajó como periodista y crítico cinematográfico mientras preparaba un guión con el que introducirse en el mundo de Hollywood.
La inspiración para Taxi Driver le llegó en un momento muy difícil de su vida, justo después de que su novia le abandonara. "Cuando la escribí, estaba enamorado de las armas. Tenía impulsos suicidas, bebía demasiado y estaba obsesionado por la pornografía como solamente puede estarlo una persona sola. Todos estos elementos encontraron su sitio en el guión", explicó Schrader. De hecho, la película contiene ya muchas de las constantes que se convertirían posteriormente en su sello de autor: el protagonismo de un personaje masculino, envuelto en patrones de conducta autodestructivos; la presencia de la soledad, una fuerza capaz de llevar a los personajes al borde de la locura, y la estructuración de la historia en torno a una peculiar reinterpretación de los conceptos calvinistas de Pecado, Redención y Gracia. Escribió dos versiones en diez días.
Lejos de amedrentarse por la crudeza del guión, Martin Scorsese se sintió fascinado. "Casi sentí que lo había escrito yo mismo. No es que yo supiera escribir así, pero me llegó muy hondo. Me estaba quemando por dentro, y sabía que tenía que rodarlo", explicó el cineasta italoamericano. Protagonizada por un Robert De Niro en estado de gracia en aquella época. Se dice siempre que es un fiel actor del método, en un descanso del rodaje de NOVECENTO, viajó a Nueva York, se sacó una licencia de taxista y estuvo ejerciendo la profesión durante unos días, para después regresar a Italia y acabar la película con Bertolucci. Una vez integrado De Niro, que recientemente había ganado el Oscar por su magistral interpretación en EL PADRINO II), el film obtuvo el visto bueno de Columbia Pictures y sus productores Michael y Julia Philips.
TAXI DRIVER se estrenó mundialmente en 1976 en el Festival de Cannes, donde ganó la Palma de Oro. Sin embargo, en su momento no todo el mundo compartió el entusiasmo del jurado del Festival de Cannes en torno a la película. De hecho, buena parte de la crítica la tachó de ultraviolenta y fascista (igual que ha pasado con otras pelis como LA NARANJA MECÁNICA y EL CLUB DE LA LUCHA); Una polémica que se avivó después de que el psicópata John Hixley tratara de asesinar a Ronald Reagan, según algunos inspirado por el filme. Una acusación que para Paul Schrader es a todas luces infundada: "Hay signos de alerta en la película que pueden evitar que una persona que se sienta aislada se convierta en alguien como Travis Bickle. Si estás en el filo, una película como ésta puede alejarte del precipicio. Al menos a mí me ayudó".
Cómo he dicho al principio, TAXI DRIVER es fruto de la magia de estos tres hombres (Schrader-De Niro-Scorsese) en una determinada época de sus vidas. Juan Carlos Rentero, en el estreno del film en España, escribió en Dirigido por...: "Taxi driver no me parece una película fácil o sencilla, sino todo lo contrario: una durísima prueba de fuego del espectador, un fortísimo alegato, una incómoda película que pueda hacer pensar y que, lo que es más grave, puede llegar al fondo de muchas cuestiones en un momento en que el hombre se pregunta la razón por vivir".
Menos acertado estuvo un enviado a Cannes (no diremos nombres para no herir sensibilidades), donde tras ganar la Palma de oro a la mejor película, escribió sobre ella "A la vista del film quizá hubiera sido preferible que Scorsese hubiera seguido su primitiva inclinación de meterse a cura". Sin comentarios.
ARE YOU TALKING TO ME?Por si no tenéis suficiente con esta maravillosa frase de Bobby (los amigos de Robert de Niro le llaman así) voy a recomendaros alguna otra película de Marty (así conocen a Scorsese sus más allegados): Es maravillosa TORO SALVAJE, sobre la vida de un boxeador. No os perdáis la actuación de “Bobby”, donde engordó una barbaridad para el final de la peli. También genial, UNO DE LOS NUESTROS, que trata de una manera espectacular el mundo de la mafia. Un clásico del cine mafioso junto a EL PADRINO de Coppola y MUERTE ENTRE LAS FLORES de los Coen. Ah! Marty también puede haceros reír en una comedia muy inteligente y sofisticada: JÓ, QUE NOCHE. Más pelis suyas: CASINO, LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO y las últimas GANGS OF NEW YORK Y EL AVIADOR con Leo de prota, con el que está grabando una nueva peli.
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