jueves, 21 de septiembre de 2006
KING KONG: “LA BELLEZA MATÓ A LA BESTIA”
Esta frase ha de pasar a los anales de la historia del cine, al igual que la película en sí misma (la favorita de Hitler, por cierto). Hace poco vi KING KONG del año 1933 y disfruté muchísimo, fundamentalmente con la trama de la bella y la bestia, y ayer, que fui a ver la nueva versión de Peter Jackson, todavía quedé más encandilado por el romanticismo que desprende la historia. Para mí, junto a Romeo y Julieta, son las dos cosas más bonitas que han salido de la cabeza y creatividad de alguien.
No voy a ponerme a comparar las versiones que ha habido, porque creo que siempre será recordada la del 33 por ser la original, la del 76 por su mayor contenido erótico (con Jessica Lange) y la de 05 por su espectacularidad en la imagen y en la acción, su larga (tal vez excesiva) duración, el gran número de bichejos que aparecen y sobre todo, yo la recordaré por hacer tan hermosa la aventura amorosa entre Kong y su amada (bella Naomi), lo que provoca una pena enorme en el espectador cuando sabemos imposible esa relación (unas lágrimas recorrieron mi mejilla a la misma velocidad a la que King Kong caía de lo alto del Empire State) y nos sentimos reflejados en muchos momentos de nuestra vida.
Jackson, de 44 años, ha querido hacer una remake de Kong desde que tenía nueve años y vio la versión original en televisión en su nativa Nueva Zelanda. "Tuvo un efecto tan profundo en mí que hizo que quisiera hacer películas. Al día siguiente tomé la cámara 'Super 8' de mis padres y empecé a hacer animaciones cuadro por cuadro con un dinosaurio de arcilla," dice Jackson sobre la recreación de la escena en la que Kong lucha contra un tiranosaurio. "Como fanático del cine y de King Kong, realmente quería verla hecha con la tecnología de la disponemos hoy," le dijo a los periodistas en una conferencia de prensa para promocionar el film.
La versión de Kong original, dirigida por Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, asombró al público con efectos especiales que pueden parecer rudimentarios hoy en día pero fueron revolucionarios para su tiempo. La versión de 1976 terminaba en las torres gemelas del World Trade Center. En la de 2005 se vuelve al Empire State, pero esta vez los responsables del edificio sí han pedido derechos de imagen, no como en 1933. Es destacable también la recreación del Nueva York de los años 30, tras la Gran Crisis del 29 con sus espectáculos y shows animando a la gente para poder olvidar la situación económica (hay cosas que por mucho tiempo que pase, nunca cambiarán).
La recreación de Jackson también descarta la aparente atracción sexual del simio hacia Ann como fue mostrada en las versiones de 1933 y 1976, creando así una relación más convincente y creíble. La historia también es un triángulo amoroso, ya que el personaje de Darrow ha empezado a enamorarse del escritor Jack Driscoll, quien es interpretado por el ganador del Oscar, Adrien Brody. "Si se hiciera un solo hombre de esos dos, Kong y Driscoll, definitivamente sería un hombre perfecto," dijo Watts. "Adrien Brody interpreta al escritor. El tiene todas las palabras. Kong tiene todo el alma y todo el poder también”.
Naomi Watts dijo que era muy consciente de que estaba reviviendo "un personaje ícono" al interpretar el papel que fuera hecho famoso por Fay Wray hace más de 70 años. Ella conoció a Wray unos meses antes de su muerte en 2004 a los 96 años y recuerda el momento en que Jackson las presentó en una cena. "Ella (Wray) me miró y dijo, 'tu no eres Ann Darrow ¡Yo sí! Al final de la noche ... me susurró al oído 'Ann Darrow está en buenas manos'. Fueron magníficas palabras de despedida," dijo Watts de su único encuentro con Wray.
Watts le dio el crédito a Andy Serkis (Gollum en EDLA), el actor detrás de Kong, por hacer creíble la relación entre el simio solitario y la mujer a quien reiteradamente salva de la muerte. Serkis estudió a los gorilas en la selva en Ruanda y en el zoológico de Londres para prepararse. Serkis interpretó el papel de Kong en un traje que transplantó sus movimientos a aquellos que caben en el cuerpo de un gorila. Un aparato separado marcó 132 puntos en su cara y convirtió sus expresiones en las emociones de un gorila. "Kong es un personaje emocionalmente poco complicado. Tiene un corazón muy puro. Y Ann Darrow es una persona increíblemente complicada," dijo Serkis. "Todo vuelve al deseo absolutamente primario de un gorila por compañía. No es un asesino psicótico que destripa mujeres como una forma de expresar su frustración sexual," agregó. Serkis por momentos trabajó en una máquina elevada de modo que, al actuar en frente a Watts, ella estuviese frente a él como si midiera 7 metros y medio de alto. Mientras tanto, gruñidos y bramidos de gorila salen por columnas de altoparlantes en el set.
En resumen, tenéis que ver las dos versiones (la del 76, la obviamos) y disfrutar de este clásico del cine fantástico, terrorífico por momentos y sobre todo, para mí, una hermosa historia de amor entre la bella y la bestia donde podemos apreciar que versión a versión, la bestia comienza a enamorar a la bella. Tal vez en un futuro, yo mismo haga una versión donde el final sea otro: por ejemplo, cayendo los dos juntos, enamorados y viviendo la eternidad juntos, como ROMEO & JULIETA.
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