jueves, 21 de septiembre de 2006

LA TRILOGÍA DE LA MUERTE: ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU


Sus amigos le llaman El Negro, quién sabe si por su tez o por la negrura de sus películas. Lo cierto es que el horizonte que se le abre al mexicano Alejandro González Iñárritu, antiguo locutor de radio y que debutó con AMORES PERROS y continuó con 21 GRAMOS, es todo menos oscuro.

Tiene 37 años, se estrenó en el cine con una fuerza y solidez pasmosa. “Me gustan las relaciones humanas –apunta-, las emociones, la complejidad, retratar lo vulnerables que somos y los cambios de puntos de vista” Comenzó en el cine gracias a la radio y a la publicidad. Hizo un mediometraje para una serie de televisión, Detrás del dinero. Es autodidacta y cree que el cine está en la vida misma, no en la universidad o en los libros.

La crítica ha llegado a comparar a AMORES PERROS con PULP FICTION, incluso subraya que González Iñárritu deja atrás a Tarantino. Él responde que a los críticos les encanta comparar para poder entender en qué terreno están caminando. Si bien la estructura es similar a PULP FICTION –cosa que no fue inventada con ese filme pues se halla en RASHOMON y en la literatura con Faulkner, Borges o García Márquez- la esencia de la película está muy lejos de la de Quentin. Vamos a destripar sus pelis para desvelar detalles que tal vez desconocíais:

AMORES PERROS despertó pasiones en todos los sitios donde fue proyectada. La realizó en el año 2000. Son tres historias trágicas que ocurren simultáneamente y con el nexo común de que en todas, son los perros los que nos hablan de sus amos. Perros vagabundos que deambulan entre las basuras (espejo de “El Chivo”, Emilio Echevarría), mortales almas maleducadas para la guerra (alter ego de “Octavio”, Gael García Bernal) y floreros de peluquería canina (caricatura de la vida de una modelo, “Valeria”, encarnada por la española Goya Toledo).

“Hitler adoraba y mimaba a sus perros. Eso es parte de lo que quiero decir con esta película. Hay gente capaz de desvivirse por los animales y abandonar a las personas a su suerte, como El Chivo mismo hace”, declara Iñárritu. Lo que no saben muchos es que AMORES PERROS se estrenó en Inglaterra después de superar una campaña enfurecida de las sociedades protectoras de animales).

La aportación del director y su guionista, Guillermo Arriaga, retrata la sociedad urbanita de hoy haciendo hincapié en la violencia que la rodea y condena, en lo que se parecen a grandes realizadores como Martín Scorsese y Paul Schrader. También se dan cita el destino, el pecado, la culpa y la expiación. Habla de la debilidad del hombre. El pasaje bíblico de Caín y Abel está presente en la base de la película.

Y, a decir verdad, los chuchos, con su instintiva conducta y su desamparo radical en el filme funcionan como paradigma de las biografías desdichadas de sus protagonistas. Como dijo aquel: “Todos los dueños se parecen a sus perros”, ¿o era al revés? Es igual, ved AMORES PERROS.


La segunda (y última hasta BABEL) peli fue 21 GRAMOS, estrenada en 2003. Es una de esas películas hirientes, desgarradoras, que dejan al espectador con el corazón en un puño tras su visionado. De esas películas que necesitas luego un par de días para recuperarte. Habla del amor, la venganza, la redención...

Los guionistas fueron los mismos que en AMORES PERROS (Arriaga e Iñárritu) y tardaron más de tres años en escribir el guión y el título viene de: “Dicen que el cuerpo humano pierde 21 gramos cuando morimos. El peso de cinco céntimos, de un ruiseñor, de una barra de chocolate... o quizás el del alma humana”.

Después de haber filmado uno de los episodios más impactantes del documental 11/9/01 (muy recomendable, por cierto), nos trae aquí un relato convertido en un puzzle que el espectador ha de ir uniendo como si de fichas se tratara, con cada escena reordenada mentalmente. Como ya he comentado antes, este lenguaje no es nuevo en el cine, hay multitud de películas que ya han tratado esta forma de efectuar un rompecabezas con el argumento. Ahí están PULP FICTION o RESERVOIR DOGS de Quentin Tarantino, VIDAS CRUZADAS de Robert Altman o las más actuales MEMENTO de Chistopher Nolan o IRREVERSIBLE de Gaspar Noé, sin mencionar otro horizonte visual-narrativo como Julio Medem con su gusto por retorcer la lógica temporal en muchas de sus películas, o los experimentos cinéfilos, complejos e impactantes de David Lynch y su CARRETERA PERDIDA o MULHOLLAND DRIVE.

Pero aquí, el excelente realizador mexicano da una clase magistral de hacer cine, narrando la fría, desconsolada y atormentada vida de tres personajes estigmatizados de por vida después de una accidente de tráfico que los unirá para siempre. Por un lado está Paul, un hombre que necesita urgentemente un transplante de corazón y que en último momento recibirá el órgano de un donante muerto en accidente de tráfico. Por otro lado está Cristina, una exalcohólica y exdrogadicta, ahora casada y con dos hijas, en pleno retrato de una familia feliz que un día perderá en un accidente automovilístico. Y para acabar, Jack Jordan, un excriminal que ha resuelto su situación personal gracias a la religión, de la que se ha vuelto su más devoto fanático, hasta que un día, después de una reunión con un excompañero de trabajo, tendrá un accidente con su coche y matará a tres personas, un hombre y dos niñas. El primer personaje busca el cariño y el amor, Cristina buscará venganza y Jack necesita el perdón, la redención de su dios y de la viuda.

21 GRAMOS consigue que el espectador siga enganchado e hipnotizado a una historia que, aunque se convierte en predecible a mitad de su trama, no hace que se pierda el interés por ella, sino que hace sentirse más interesado por ver cómo acontece lo que ya presiente.

Pero, además de los actores, todos ellos en estado de gracia rozando la perfección más absoluta, y de la magistral dirección del dire, también funciona por el excelente trabajo de su guionista y del director de fotografía, Rodrigo Prieto que le vuelve a dar ese tono sucio de AMORES PERROS, ese tono que las hace más decadentes, más tristes, más cercanas al tono de la historia que narran. Todas estas notas de perfección son arropadas por la delicada música del compositor habitual de Iñárritu, Gustavo Santaolalla. En la mayoría de los casos es el mismo fragmento musical repitiéndose una y otra vez, mas no por ello repetitivo.

En definitiva, una obra arriesgada, valiente e incluso algo experimental; Uno de esos platos suculentos y deliciosos que de vez en cuando asoman la cabeza por nuestras carteleras, filmotecas o videoclubs.

Y por último, la buena noticia del día, la trilogía de la muerte se cerrará muy pronto con BABEL. La cinta estará protagonizada por Brad Pitt, Gael García y Cate Blanchett. Después de dos años y medio de preparación, el pasado 2 de mayo arrancó en Marruecos el rodaje de su tercer largometraje. La película 100 % mexicana se hablará en cuatro idiomas (inglés, japonés, español y árabe) y filmada en tres países (Marruecos, México y Japón). Producida por González Iñárritu, Steve Golin y Jon Kilik, y con guión de Guillermo Arriaga, BABEL narra cuatro historias a partir de un incidente provocado por el azar. BABEL pone el acento en las complicadas relaciones políticas y sociales entre ciudadanos del primer y tercer mundo.

Después de siete meses de filmación itinerante, la producción pasará por México para culminar en Tokio el 5 de noviembre. Luego vendrá el laborioso proceso de terminado donde el director acostumbra involucrarse con su característica búsqueda de la perfección. Los derechos de distribución para los países angloparlantes los obtuvo Paramount después de una disputada puja. Los derechos para el resto del mundo se comercializarán durante el Festival de Cannes. BABEL llegará a los cines de todo el mundo en 2006. Es justo y necesario un final así: “Siempre vuelvo a la pregunta que me ha atormentado por más de treinta años: ¿Es el cine más importante que la vida?” François Truffaut.

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