jueves, 21 de septiembre de 2006

EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA

Ya se han realizado muchas películas sobre el tema de Irlanda, su independencia del Imperio Inglés, el IRA y sus repercusiones, pero nunca me había quedado del todo claro. Por fin, ¿quién mejor que Ken Loach podía resolverme todas mis dudas a la vez que consigue emocionar a todos con una preciosa, dura y real película? Como la vida misma, como la historia pasada, presente y futura: EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA.

Según el director, “Lo que sucedió en en Irlanda entre 1920 y 1922 es una de esas historias cuyo interés pervive; al igual que la Guerra Civil Española, es un momento crucial, que revela cómo una laga lucha por la independencia se vio frustrada en su momento de éxito por un poder colonial, que, al desprenderse de su imperio, sabía mantener intactos sus intereses estratégicos. Ésa fue la habilidad de gente como Churchill, Lloyd George, Birkenhead y otros. Cuando se vieron acorralados, cuando ya no tenían realmente ningún interés en seguir negando la independencia, trataron de dividir el país y dieron su apoyo a aquellos que, dentro del movimiento independentista, podían aceptar que el poder económico siguiera estando en las mismas manos, aquellos con los que, según se decía en la época, “se podía hacer negocios”. Es una táctica que se ha seguido en numerosas ocasiones y en distintos lugares: a partir de una situación de abuso cometida por el poder central, movimientos con intereses divergentes se unen contra el opresor común, pero al final esas diferencias acaban provocando un enfrentamiento. Estoy seguro de que algo así es posible verlo hoy en día en Irak, donde la oposición a Estados Unidos y al Reino Unido une a un montón de gente, que descubrirán que tienen intereses muy distintos cuando los estadounidenses y británicos se vean forzados a irse”. Con todo esto, que personalmente suscribo también, nos queda esta maravilla de película:

Sinopsis: En la Irlanda de principios de siglo, bajo el dominio del imperio británico, dos hermanos irlandeses, Damien (Cillian Murphy), que abandona su prometedora carrera de médico, y Teddy (Liam Cunningham), se alistan a la guerrilla creada para luchar contra las escuadras British Black y Tan, tropas británicas que habían sido enviadas para sofocar las aspiraciones independentistas de Irlanda en 1919.

EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA fue escrita por Paul Laverty, habitual guionista de Loach en la última década y que piensa que “Esta guerra de independencia fue una lucha de David contra Goliat, por lo que es muy fácil adoptar una visión romántica. En 1920, debía haber unos 3.500 fusiles en todo el país, y en Cork solo unos 200 ó 300 hombres en las columnas volantes, contra unas fuerzas británicas integradas por unos 10.000 hombres. Así que tuve mucho cuidado en no añadir ningún romanticismo a la inevitable violencia que se produjo”. Pese a esto, pienso que las historias contadas en el film son tan trágicas y bellas al mismo tiempo, que al final te arranca más de una lágrima y más todavía si la música que suena tiene esta letra:

Fue difícil formular las tristes palabras
para romper los vínculos que nos unían
pero más difícil era soportar la vergüenza
de las cadenas extranjeras rodeándonos.
Por eso dije: “El valle de montaña
buscaré por la mañana temprano
y me uniré a los hombres valientes
mientras el viento soplaba suave valle abajo,
y agitaba la dorada cebada”.

Robert Dwyer Joyce (1830-1883),
“The wind that shakes the barley”

Lo mejor: La mejor película sobre Irlanda que he visto nunca.
Lo peor: A veces, se dan demasiados datos y se puede hacer excesivamente didáctica.

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